miércoles, 28 de enero de 2009

Extra, extra, "lo bueno" se tarda en salir

Previendo la posibilidad de que una introducción a la entrada de "lo bueno" se extendiera demasiado, dispóngome (ambrón) a redactar ésta que usté leé (aquí).

Pues nada, que el universo me obligó a esperar pa poder postear de nuevo --joder, ya que me estaba encarrerando--: 1) el miércoles 21 terminé de escribir la entrada con las notas de mi libreta y mucho más, de lo que --oh witty bastard me-- se me ocurrió al escribir, pero al darle al botón de Publicar, el Blogger me dijo que nel, que ahí luego; 2) el jueves 22 y el viernes 23 no tuve interné en la ofi; 3) el sábado 24 trabajé casi doce horas en casa y de ahí me fui a una fiesta (felices 27, querida tamarindera :D); 4) el domingo 25... pues descansé; 5) el lunes 26 seguía sin interné y, por último, 6) ayer estuve en jodísima con muchos pendientes...

En fin; también pensé en lo inapropiado que resultaría andar presumiendo de lo bueno que me ha pasado cuando la vida puede ser tan hijadeputa --cosas, cosas, cercanas y jodidas; ganas de abrazar a alguien y compromisos que lo impiden, joder-- y en que el Armandís curiosamente enumeró --o punteó, que le dicen-- lo que yo había escrito pa lo bueno en su comentario a la penúltima (antepenúltima, cuando publique esto... la del lunes 19, vamos) entrada y el desarrollo de la nueva podría malinterpretarse como absolutamente falta de originalidad --sobre todo porque luego todos empezaron sus comentarios con "como dice Armandís" o "Armandís tiene razón" o "ay, qué bueno está Armandís". Y ya.

Ah, que esta hubiera sido una introducción aburridísima, ¿que, no? Mejor una mala entrada completa.

Al escribir esta entrada sobre otra entrada --sobre otras: una publicada, la otra por publicarse--, recordé una vez que el Bastian --que también dejó un comentario en esa misma entrada (la del 19)--, tras una conferencia en el Salón Azul, sabiamente interrumpió una intervención mía que ya daba signos de perderse en derroteros inútiles con, palabras más, palabras menos, lo que sigue: "Tú no te preocupes por eso y mejor haz la pregunta o concluye tu comentario, porque ya más bien estás haciendo una intervención sobre tu intervención". Yo, enseguida, callé, y pensé: "Puta madre, una metaintervención: he inventado un género". Levanté los brazos en actitud victoriosa y salí volando por la ventana, justo a tiempo para salvarme: detrás de mí, el deconstruccionismo y el posmodernismo consumieron cuanto estaba a su paso, y volutas de ideas caían abstractas, inexorables --¡oh, intrínseca cualidad gravitatoria!--, sobre el suelo. Fue un momento oscuro en la historia de la ex unidad de humanidades.

martes, 20 de enero de 2009

now, hold your horses, people...

Aún falta "lo bueno"... el pedo es que escribí lo que sería mi entrada temprano en la mañana --en mi libretuca nueva (Grax, Laurísima querida)--, antes de zambullirme en ese laberinto de contradicciones sintácticas y de origen, que tergiversan de tan fea manera mi propia redacción y, oh, so tipical, la olvidé en la otra oficina.

En fin, que aguanten, porque por supuesto quedan cosas qué contar.

Salud, pues...

y esta rola

lunes, 19 de enero de 2009

2008 - lo malo y lo feo

Fue para mí un año raro el que acaba de terminar. Como he comentado a algunos amigos, a mediados de diciembre sentí algo que siempre temí al escucharlo de otras personas, siempre mayores que yo, normalmente durante las reuniones y cenas que se acostumbran en esa época; sentí, decía, que no hice nada.

Y es que tenía pensadas algunas cosas para ese 2008; ninguna escrita a manera de propósitos, ni mucho menos, sino sencillamente cosas que pensaba hacer, escribir, lograr el año recién terminado. Las más significativas, respectivamente, irme a vivir en DF con quien pensé era la mujer de mi vida (paf), escribir la tesis y obtener una de las dos becas para escritores novatos que dan en el país.

De esas, nada. Todas, en su momento, significaron hasta cierto grado un golpe a los cimientos sobre los que pensaba estar bien sostenido. La primera se fue diluyendo a principios de marzo, y se fue finalmente al caño casi al finalizar la semana de pascua; de las becas, finalmente no mandé nada para el FONCA, y me enteré de que no había quedado en la FLM por septiembre, creo... recuerdo que tuve el tiempo suficiente para preparar mi documentación para la local, que acá en Veracruz otorga el IVEC y poder así decepcionarme nuevamente el 21 de diciembre, cuando salieron los resultados; de la tesis fue por esas mismas fechas, ya muy cerca de fin de año, cuando me di cuenta de que no había avanzado casi nada y me sería imposible escribir algo que valiera la pena en lo que quedaba de 2008.

Todo esto me condujo a algunas conclusiones que comparto a continuación para su juicio y divertimento:

1) No debo reducir mis opciones a nada que dependa de la decisión de alguien más. Esto, desde luego, en lo relativo a la mudanza --para la que tenía más preparativos de los que al final fueron necesarios-- y a las becas --en las que, además del talento y la capacidad del aplicante, cuentan siempre la subjetividad y el gusto de los jurados--.

2) No soy tan chingón como hasta ahora había creído (¡¡aaaauch!!... no tienen idea de lo difícil que resulta aceptar esto a un egotista-egoísta-egocéntrico-narcisista como yo...).

3) Mientras esté en este laburo, me resultará imposible terminar la tesis, pues el tiempo que en teoría podría ocupar para adelantarla se me va en terminar trabajos pendientes que, además, no tienen fin; siempre hay más en la fila...

(Puntos suspensivos o conclusión número cuatro) Para acabarla de chingar, parezco notar en mi redacción cierto resabio de la manera de redactar del viejito loco cuyo libro estuve corrigiendo toda la mañana.

Fuck.

Parece algo tarde

para escribir la primera entrada del año. Estoy de acuerdo. Hace rato que no le puedo meter a esto el tiempo que requiere; menos, el que me gustaría (que es un poco más que el que requiere).

Estuve tentado a escribir un post en el que pronunciara oficialmente al blog en un hiato indefinido. Me contuve porque pensé en lo ridículo que eso hubiera parecido si podía hacerme un ratito cualquiera en un día cualquiera --como hoy-- a pocos días de eso.

En fin, he pensado en muchas posibilidades para poner una entrada, pero supongo que la primera después de este ratote debe tener que ver con el año que terminó hace ya diecinueve días (y, fuck, con lo rápido que pasa el tiempo).

Hablar sobre 2008, pues, sobre lo que en él me pasó, sobre lo que en él marcó un hito para lo que sigue.

Venga, pues.