martes, 29 de mayo de 2007

Fin y bienvenida

Un fin de semana como pocos, de reencuentros y pláticas, de juegos, de cerveza, Calamaro y don Elíades, hot cakes, familia, alberca y arracheras. De cosas que nunca pensé escribir en mi celular ("¿A qué hora es la misa, carnal?"), de falta de tiempo para ver a todos los que quería (Vi, Eljose, Jonathan, Edu, don Zapatón), pero el suficiente para ver a otros tantos (Esbed -¡Nos picaron las pulgas, muxer!-, Jes, Vale, Rul, Raúl & Lupita, Mutter, Rodrigo, Abuela, Pichulfito, Marisa, tías y tío).

El sacerdote hablaba muy parecido a como lo hace Felipe Calderón. Un demagogo insulso, como tantos otros sacerdotes y políticos. Un cartel curioso en el periódico mural: [Con su Donativo de $100, se le regala un boleto para la rifa de un automóvil Blablablablabla blabla. Venta de boletos aquí en la parroquia].

Ya junto al río y el sopor que provoca automáticamente el bautizo -¿será una reminiscencia de los años mozos?-, una payasita que seguramente me hubiese hecho llorar de niño. Eso sí, sabía cómo hacer animales y otras cosas -que espero fueran espadas-, de globo, y mantuvo bastante entretenida a la concurrencia infantil y a todos los que quisieran actuar como si fueran parte de ella (algunos papás hicieron carreras en gatas y otras cosas). También Omar y el Jolver -¿así se escribirá?-. Coatza, sobre todo, una deliciosa y larga plática dividida en fragmentos que comenzó y terminó en distintos andenes del adeó.

Villahermosa por la noche. Una nueva plática que duró buena parte de la madrugada. Otra vez, por supuesto, la muerte. Los funerales, me dice, son como parte de un sueño, aun mientras suceden, y parecen no formar parte de una continuidad temporal real. Al día siguiente, hacer el desayuno, abuela y primo visitantes, piscina, Caballeros del Zodíaco, W11, y por un momento tengo 10 años. Después, casa de la abuela y Pachuca campeón.

Coatzacoalcos y Villahermosa. He escuchado cientos de veces esa construcción fonética -normalmente antecedida por Xalapa y Veracruz-, pero pocas ha significado tanto como ahora.

Otra vez, cansado y contento. Otra vez ha valido la pena.
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Den la bienvenida -de preferencia en forma de lombriz- a QUELONIA TESTUDINA.
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Y no se preocupen, ya no vuelvo a poner textos en verso =): Gracias Vi, Midori, M, Nolo, A. Dellira y Ro, que me hicieron saber su opinión. También a Polo y al buen Matt y a las otras doscientas quince personas que pasaron por acá en la semana que se quedó ese post, aunque no hayan puesto nada, ni dejado estelas ni muestra alguna de ello. Entiendo que es complicado comentar textos así.

Salús a todos.

martes, 22 de mayo de 2007

(Sin título)

Al amigo muerto

I
Acaso no conservamos en los rostros el sonido del trueno
el quebranto del cántaro
o el grito de un pájaro herido
Tal vez el polvo que llevamos en las botas
el camino que tomamos a diario después de un día de juegos
el jardín
y todos los lugares en que reconozco nuestra risa
infantil, perenne, como congelada en el tiempo
sean espejos que nos muestren nuestra efigie verdadera
o nuestro verdadero nombre
Acaso ni por las espirales de la rosa
ni mediante las ondas concéntricas del agua
nos intuyan
y no nos defina el eco de la razón
es la razón es la razón es la razón
de ser o de la rosa que es una y es todas
Más fantasmas, más tierra y agua, barro,
caminando fugaces por el mundo
y puedan observarnos sólo de reojo
antes que comience el universo
pues no somos éste, no
somos ningún otro
somos todos los hombres que han pisado el mundo
o habitado un útero,
(o habitado, acaso, un sueño efímero o un libro)
II
Nuestras sombras solo ocurren cuando las miramos
el resto del tiempo
nosotros somos nuestra sombra
III
Una vida
Fue fugaz vuelo de mariposa
(tornado, cometa al rojo vivo)
que crea metamorfosis en lo que siente a su paso
al extinguirse fue el soplo de una vela
(tornado lejano, cometa que se apaga
al regresar al origen: germen de la tierra)
Fue uno de los mejores días de su vida
(pero, de nuevo, todos lo eran)
y yo no estuve ahí
hay quienes se preguntan el porqué
(¿por qué la velocidad, salió, la suerte,
tan pronto, no yo, Dios, el sepulcro…?)
¿Por qué el silencio?
IV
Las respuestas han estado siempre en todas las demás caras
que desfilan, corean, hacen tumultos
y bromas, prodigando un último adiós (último insulto
a un ser que fue descomunalmente superior a ellos)
y en la suya propia, que está como dormida,
teniendo el mejor de los sueños.
V
Hace tres noches que estoy como dormido
sin haber dormido un solo minuto
No es insomnio, no;
es que el mundo ha cambiado

viernes, 18 de mayo de 2007

Últimamente

pienso mucho en la muerte. Hoy en la madrugada se cumplió un año desde que murió un buen amigo. Ayer me vi en la ridícula necesidad de vestirme de negro, y pensaba en hacerlo también hoy y mañana, plan que fue frustrado por el descubrimiento de que sólo me queda una camisa negra completamente funcional -antes tenía cuatro, mínimo, más las playeras-; sin embargo, el luto que no porto en la ropa, lo llevo encima.

Él, E, debe haber sido mi primer amigo. Lo conocí antes de entrar a la escuela, cuando su madre se mudó a Villahermosa, con él -que a la sazón tenía un año de edad- y con su hermano, J, recién nacido. Crecimos juntos; fuimos a las mismas escuelas por mucho tiempo; jugábamos fútbol en la calle -practicábamos centros y tiros a gol en su jardín- y NES y SuperNES en nuestras casas; veíamos pelis y nadábamos los fines de semana... Hubo una marcada separación entre nosotros cuando yo me cambié de escuela, separación que se hizo mucho más profunda cuando me fui a Veracruz, a cursar el último año de la preparatoria. A partir de entonces nos veíamos sólo una o dos veces al año, casi siempre con mucha gente alrededor -era increíble la cantidad de gente que lo seguía, que lo idolatraba-, por lo que pocas veces pudimos platicar a gusto, como lo hacen los amigos. Siempre nos prometíamos que lo haríamos después; que él pasaría a la casa a tomarse unas cervezas, que yo pasaría a su casa otro día, cuando no hubiera gente... Eso nunca pasó, y es algo doloroso.

Cuando supe que había muerto, no lo sentí al principio sino como un golpe de aire -o de falta de aire-, una impresión fuerte, pero exenta de dolor, algo así como cuando se va la energía eléctrica a la mitad de una cena, de una lectura o de la redacción de un post largo. El tío con quien mejor me llevaba, padrino mío, padre de los primos hermanos más cercanos a mi núcleo familiar, había muerto unas semanas antes; el mismo sentimiento, como de vacío, nada más.

Tras sendas muertes fui a Villahermosa, a acompañar a las familias. Platicar. Francamente no recuerdo cómo me sentí. Sé que estaba triste, pero no como para llorar. Vacío, eso sí; falta de aire por momentos.


Termino de contar: la primera tarde que estuve en Villahermosa, tras la muerte de E, fui acompañado de mi hermano a ver a J y a su madre, cuya casa queda a unos cien pasos de la mía. Hablé con ellos, todo igual, yo, ecuánime, vacío a ratos, recordando -formas, partes de la casa, muebles, paredes, plantas, juguetes, objetos-, él, yo creo, más o menos igual, ella, deshecha. Familiares, amigos, comida, lo normal en estas ocasiones. Yo, incólume, vacío a ratos, recordando en voz alta junto con ellos. Pasó un rato y se hizo hora de salir (yo soy pésimo para las despedidas), y así lo hicimos.

Abrazos, buenos deseos, J nos acompaña de la puerta a la reja de salida; a la izquierda, el jardín, mientras caminábamos por el centro de la rampa de los autos, por la que bajamos cientos de veces en Avalancha, las flores rojas-anaranjadas con miel, el árbol de mango, el de nanche...

Esa fue la primera vez que lloré una muerte. Rodillas al suelo y todo.

Durante todo ese fin de semana tomé cerveza y escribí...

El lunes los resultados.

Joder con la relatividad del tiempo. Me parece que hace muchos años que no lo veo. Acabo de hacer un experimento, y me acuerdo perfectamente de su voz. Está diciendo groserías y se ríe.

Salud, pues.

jueves, 17 de mayo de 2007

Esto no es un post

Basta. A partir de hoy, subiré posts mínimo cada tres días. Espérenlos sin falta los lunes, miércoles y viernes. No me iré del trabajo sin haber postiao. ¡Hostias!

Hoy es jueves, así que no hay necesidá de hacerlo ahora.

Ya va un año, y me vestí de negro.

Vean The meaning of life. Pueden saltarse la parte del gordo en el restaurante. Es perfectamente prescindible. Ja.

¿Quiénes han leído Momo? ¿A quién le gustó?

Voten por Juana Girasola en Caza de Letras.

Y adiós.

martes, 8 de mayo de 2007

Siglas

Últimamente mi vida gira alrededor de unas cuantas siglas y acrónimos. Así,

SEV
FECAT
SMTranslations
IVEC
IILL
Tec
CLAVIJERO
VASCONCELOS
RÉBSAMEN
BYOG
HYDRE INTIME
JLB (as always),

rigen mis horarios y mi calendario, son parte esencial de mis conversaciones, ocupan buena parte de mis libretas y consumen casi todo mi tiempo.

El resto, platicar de otras cosas, cosas importantes, viajar y jugar -homo ludens sum-, ocurre durante las madrugadas y los fines de semana, en el tiempo que le robo a mi sueño.

Qué gustazo haber estado en Córdoba.

¡Tiburoncín! Uh, ah, ah